La iglesia-basílica de San Lorenzo de Huesca, se construyó a lo largo del siglo XVII sobre una primitiva iglesia gótica, de la construcción gótica se conserva parte de la torre, embutida en la actualidad en la fachada y el atrio por el que se penetra al interior del templo.
Se diseñó un edificio de tres naves de igual altura, separadas por gruesos pilares cruciformes y con capillas entre contrafuertes que coinciden con los cuatro tramos en que se divide cada nave. Tanto la nave central como las capillas se cubrieron con bóvedas de lunetos, mientras que las laterales lo hicieron con bóvedas de arista.
La gran cúpula sobre pechinas que cubre el crucero, data de 1723 y preside un conjunto interior iluminado por vanos de medio punto con vidrieras que apaciguan la claridad de la luz, provocando un efecto solemne de la amplia estructura del templo.
La fachada de ladrillo sobre zócalo de piedra, se desarrolla en tres cuerpos principales flanqueados por pilastras. Tiene forma de parrilla invertida (la torre se asemeja al mango y las hileras de ladrillos adosadas a los laterales, las rejas). El pórtico de entrada, de estructura semejante a los laterales, se compone en arco de medio punto con hornacina superior dedicada a San Lorenzo.
