En el Somontano oscense, se enclava la villa de Alquézar. Encaramada a 660 mts de altitud sobre una de las sierras paralelas al Pirineo, el pueblo se integra perfectamente en un impresionante paisaje de calizas modelado por el rio Vero, que ha creado a lo largo del tiempo un cañón increíble para la práctica del barranquismo, acantilados impresionantes, cuevas de arte rupestre….
Su majestuosa Colegiata fue declarada Monumento Nacional en 1.931 y la arquitectura y trazado medieval de su casco urbano es Conjunto Histórico Artístico desde 1.982.
Castillo- Colegiata de Santa Maria la Mayor, situada en lo alto de una cresta rocosa a la que se accede por una rampa escalonada y defendida por doble muralla almenada y torreones. Dentro de su conjunto monumental destacan su Iglesia y claustro construida entre los siglos XVI-XVIII, de gran riqueza artística por su arquitectura y retablos.
En el Somontano oscense, se enclava la villa de Alquézar. Encaramada a 660 mts de altitud sobre una de las sierras paralelas al Pirineo. Con su Castillo- Colegiata de Santa Maria la Mayor, situado en lo alto de una cresta rocosa a la que se accede por una rampa escalonada y defendida por doble muralla almenada y torreones. Dentro de su conjunto monumental destacan su Iglesia y claustro construidos entre los siglos XVI-XVIII, de gran riqueza artística por su arquitectura y retablos. El trazado medieval de su casco urbano es Conjunto Histórico Artístico desde 1.982.
En el Somontano oscense, se enclava la villa de Alquézar. Encaramada a 660 mts de altitud sobre una de las sierras paralelas al Pirineo. Con su Castillo- Colegiata de Santa Maria la Mayor, situado en lo alto de una cresta rocosa a la que se accede por una rampa escalonada y defendida por doble muralla almenada y torreones. Dentro de su conjunto monumental destacan su Iglesia y claustro construidos entre los siglos XVI-XVIII, de gran riqueza artística por su arquitectura y retablos. El trazado medieval de su casco urbano es Conjunto Histórico Artístico desde 1.982.
En el Somontano oscense, se enclava la villa de Alquézar. Encaramada a 660 mts de altitud sobre una de las sierras paralelas al Pirineo. Con su Castillo- Colegiata de Santa Maria la Mayor, situado en lo alto de una cresta rocosa a la que se accede por una rampa escalonada y defendida por doble muralla almenada y torreones. Dentro de su conjunto monumental destacan su Iglesia y claustro construidos entre los siglos XVI-XVIII, de gran riqueza artística por su arquitectura y retablos. El trazado medieval de su casco urbano es Conjunto Histórico Artístico desde 1.982.
La iglesia de San Miguel Arcángel se trata de un edificio de estilo barroco situado en la localidad de Alquézar, el templo hace las funciones de iglesia parroquial y se encuentra situado en uno de los extremos de la localidad Llama la atención la robustez y sobriedad del exterior de la construcción, también el armonioso juego de volúmenes y tejadillos que se disponen escalonadamente desde el cimborrio hasta las capillas laterales, pasando por el nivel intermedio de la nave y cabecera. Está realizada con sillares de piedra y con elementos añadidos en ladrillo como el pórtico o las linternas de iluminación de las capillas. La puerta de acceso al templo está formada de un sencillo arco de medio punto precedido por un pórtico cuadrangular saliente hacia el exterior y abierto en su frente por un vano también en arco de medio punto.
La iglesia de San Miguel Arcángel se trata de un edificio de estilo barroco situado en la localidad de Alquézar, el templo hace las funciones de iglesia parroquial y se encuentra situado en uno de los extremos de la localidad Llama la atención la robustez y sobriedad del exterior de la construcción, también el armonioso juego de volúmenes y tejadillos que se disponen escalonadamente desde el cimborrio hasta las capillas laterales, pasando por el nivel intermedio de la nave y cabecera. Está realizada con sillares de piedra y con elementos añadidos en ladrillo como el pórtico o las linternas de iluminación de las capillas. La puerta de acceso al templo está formada de un sencillo arco de medio punto precedido por un pórtico cuadrangular saliente hacia el exterior y abierto en su frente por un vano también en arco de medio punto.
La iglesia de San Miguel Arcángel se trata de un edificio de estilo barroco situado en la localidad de Alquézar, el templo hace las funciones de iglesia parroquial y se encuentra situado en uno de los extremos de la localidad Llama la atención la robustez y sobriedad del exterior de la construcción, también el armonioso juego de volúmenes y tejadillos que se disponen escalonadamente desde el cimborrio hasta las capillas laterales, pasando por el nivel intermedio de la nave y cabecera. Está realizada con sillares de piedra y con elementos añadidos en ladrillo como el pórtico o las linternas de iluminación de las capillas. La puerta de acceso al templo está formada de un sencillo arco de medio punto precedido por un pórtico cuadrangular saliente hacia el exterior y abierto en su frente por un vano también en arco de medio punto.
La iglesia de San Miguel Arcángel se trata de un edificio de estilo barroco situado en la localidad de Alquézar, el templo hace las funciones de iglesia parroquial y se encuentra situado en uno de los extremos de la localidad Llama la atención la robustez y sobriedad del exterior de la construcción, también el armonioso juego de volúmenes y tejadillos que se disponen escalonadamente desde el cimborrio hasta las capillas laterales, pasando por el nivel intermedio de la nave y cabecera. Está realizada con sillares de piedra y con elementos añadidos en ladrillo como el pórtico o las linternas de iluminación de las capillas. La puerta de acceso al templo está formada de un sencillo arco de medio punto precedido por un pórtico cuadrangular saliente hacia el exterior y abierto en su frente por un vano también en arco de medio punto.
Callizo de Casa Lailla, los callizos son pequeñas calles que se utilizaban en la antigüedad para guardar algunos utensilios del campo como las escaleras con las que se vareaban los olivos. Según cuentan los vecinos, antiguamente era posible cruzar de callizo a callizo sin necesidad de pisar la calle principal.
La arquitectura y trazado medieval del casco urbano de Alquezar es Conjunto Histórico Artístico desde 1.982. Hay que cruzar un portal medieval para adentrarnos en el casco antiguo con sus serpenteantes callejuelas, arcos y callizos. Los varios miradores con los que cuenta Alquézar nos permiten ver el espectacular cañón del Río Vero y los paisajes que lo rodean.
La arquitectura y trazado medieval del casco urbano de Alquezar es Conjunto Histórico Artístico desde 1.982. Hay que cruzar un portal medieval para adentrarnos en el casco antiguo con sus serpenteantes callejuelas, arcos y callizos. Los varios miradores con los que cuenta Alquézar nos permiten ver el espectacular cañón del Río Vero y los paisajes que lo rodean.
La arquitectura y trazado medieval del casco urbano de Alquezar es Conjunto Histórico Artístico desde 1.982. Hay que cruzar un portal medieval para adentrarnos en el casco antiguo con sus serpenteantes callejuelas, arcos y callizos. Los varios miradores con los que cuenta Alquézar nos permiten ver el espectacular cañón del Río Vero y los paisajes que lo rodean.
La arquitectura y trazado medieval del casco urbano de Alquezar es Conjunto Histórico Artístico desde 1.982. Hay que cruzar un portal medieval para adentrarnos en el casco antiguo con sus serpenteantes callejuelas, arcos y callizos. Los varios miradores con los que cuenta Alquézar nos permiten ver el espectacular cañón del Río Vero y los paisajes que lo rodean.
La panorámica del castillo-colegiata coronando el cerro frente al pueblo y rodeado de profundos barrancos, es inolvidable. Adelantada, la torre albarrana y a su derecha, adosada a la muralla de la que forma parte, vemos la torre-esconjuradero. Es un conjunto religioso-militar que surgió como fortaleza musulmana erigida a principios del IX por el caudillo Jalaf-Ibn-Asad, como cabecera de un waliato independiente de la cora oscense, justo en la frontera con los territorios cristianos. Fue reconquistado en 1065 por Sancho Ramírez.
La panorámica del castillo-colegiata coronando el cerro frente al pueblo y rodeado de profundos barrancos, es inolvidable. Adelantada, la torre albarrana y a su derecha, adosada a la muralla de la que forma parte, vemos la torre-esconjuradero. Es un conjunto religioso-militar que surgió como fortaleza musulmana erigida a principios del IX por el caudillo Jalaf-Ibn-Asad, como cabecera de un waliato independiente de la cora oscense, justo en la frontera con los territorios cristianos. Fue reconquistado en 1065 por Sancho Ramírez.
La panorámica del castillo-colegiata coronando el cerro frente al pueblo y rodeado de profundos barrancos, es inolvidable. Adelantada, la torre albarrana y a su derecha, adosada a la muralla de la que forma parte, vemos la torre-esconjuradero. Es un conjunto religioso-militar que surgió como fortaleza musulmana erigida a principios del IX por el caudillo Jalaf-Ibn-Asad, como cabecera de un waliato independiente de la cora oscense, justo en la frontera con los territorios cristianos. Fue reconquistado en 1065 por Sancho Ramírez.
Los colores de las formaciones rocosas alrededor del castillo, junto con sus múltiples oquedades, fruto de su origen kárstico, añaden magia a este lugar de ensueño.
La arquitectura y trazado medieval del casco urbano de Alquezar es Conjunto Histórico Artístico desde 1.982. Hay que cruzar un portal medieval para adentrarnos en el casco antiguo con sus serpenteantes callejuelas, arcos y callizos. Los varios miradores con los que cuenta Alquézar nos permiten ver el espectacular cañón del Río Vero y los paisajes que lo rodean.
La panorámica del castillo-colegiata coronando el cerro frente al pueblo y rodeado de profundos barrancos, es inolvidable. Adelantada, la torre albarrana y a su derecha, adosada a la muralla de la que forma parte, vemos la torre-esconjuradero. Es un conjunto religioso-militar que surgió como fortaleza musulmana erigida a principios del IX por el caudillo Jalaf-Ibn-Asad, como cabecera de un waliato independiente de la cora oscense, justo en la frontera con los territorios cristianos. Fue reconquistado en 1065 por Sancho Ramírez.
La panorámica del castillo-colegiata coronando el cerro frente al pueblo y rodeado de profundos barrancos, es inolvidable. Adelantada, la torre albarrana y a su derecha, adosada a la muralla de la que forma parte, vemos la torre-esconjuradero. Es un conjunto religioso-militar que surgió como fortaleza musulmana erigida a principios del IX por el caudillo Jalaf-Ibn-Asad, como cabecera de un waliato independiente de la cora oscense, justo en la frontera con los territorios cristianos. Fue reconquistado en 1065 por Sancho Ramírez.
El claustro de la colegiata de Alquezar tiene una forma trapezoidal irregular con un solo ángulo recto, en la unión de crujías sur y sureste; siendo su lado menor el meridional, que cuenta tan solo con tres arcos de medio punto. El mayor se sitúa al sureste y cuenta con diez arcos y enfrente de él la crujía de poniente luce siete arcadas. La crujía norte del claustro la única que resta del momento románico del mismo tiene cuatro arcadas iguales separadas por un machón central. Los cimacios de los capiteles adosados eran de más sencilla hechura que los centrales, mejor decorados. Sus capiteles son dobles, labrados por sus cuatro caras los centrales y en tres en los adosados, con motivos bíblicos. Toda la columnata se alza sobre podio corrido. Las columnas son dobles rematadas por pequeños capiteles con motivos vegetales. Sobre esta estructura descrita, separada por friso de esquinillas, se superpone un segundo piso en ladrillo, cuajado de vanos rematados en arco de medio punto al estilo de los pisos altos de las casonas nobles aragonesas. Las crujías sureste y sur, dejan ver hileras de vanos al exterior del edificio (en la fachada de acceso al edificio, y en la que da vista al caserío del pueblo).
Pinturas del ala sureste del claustro las originales son góticas, del XV y XVI, con aspectos populares.
Pinturas del ala sureste del claustro las originales son góticas, del XV y XVI, con aspectos populares.
Capitel de la Colegiata de Santa María la Mayor en Alquézar. Según A. García Omedes » Se trata de la Creación de Adán, en el que se representa a Dios como una figura con tres cabezas (resolviendo de forma simplificada el Misterio de la Trinidad), infundiendo a Adán el alma mediante el contacto de su dedo índice derecho en su oído izquierdo. Conserva parte de la policromía rojiza original. Cuatro ángeles en posiciones invertidas, para amoldarse al volumen lateral del capitel, sostienen la mandorla en que se inscribe la escena. Este capitel es único en el mundo románico por la forma de interpretar el Misterio de la Trinidad”
Capitel de la Colegiata de Santa María la Mayor en Alquézar. A la izquierda vemos a Abel, pastoreando un rebaño de 14 ovejas apiladas en dos filas y encima de la fila pequeña, el perro pastor. A la derecha, apreciamos que está siendo bendecido por Dios.
Capitel de la Colegiata de Santa María la Mayor en Alquézar. Según A. García Omedes » En la cara frontal de este capitel se muestra el Sacrifico de Isaac con dos registros superpuestos. El superior muestra a Abraham dispuesto a sacrificar a su hijo, cuando un ángel lo detiene y le aporta cordero para el sacrificio alternativo. Bajo este registro aparece un personaje asando un «becerro cebado» en palabras de la Biblia para celebrar el hecho”.
Adán y Eva en la escena del Pecado Original representados en un capitel de la Colegiata de Santa María la Mayor en Alquézar.
El templo presenta nave única que cubre con bóveda de crucería, con capillas laterales y coro alto a los pies sobre el que apoya el órgano. Desde una de estas capillas, la del Rosario, que se abre en el lado del Evangelio junto al órgano se accede a la de los Lecina o del Santo Cristo abre en monumental portada en estilo barroco labrada en estuco blanco sin policromar. Enmarcada por pilastras corintias con las cajas adornadas con motivos de candelieri barroco. Una reja de bronce con forma abalaustrada cierra el vano de acceso en arco de medio punto.
El templo presenta nave única que cubre con bóveda de crucería, con capillas laterales y coro alto a los pies sobre el que apoya el órgano. Desde una de estas capillas, la del Rosario, que se abre en el lado del Evangelio junto al órgano se accede a la de los Lecina o del Santo Cristo abre en monumental portada en estilo barroco labrada en estuco blanco sin policromar. Enmarcada por pilastras corintias con las cajas adornadas con motivos de candelieri barroco. Una reja de bronce con forma abalaustrada cierra el vano de acceso en arco de medio punto.
El templo presenta nave única que cubre con bóveda de crucería, con capillas laterales y coro alto a los pies sobre el que apoya el órgano. Desde una de estas capillas, la del Rosario, que se abre en el lado del Evangelio junto al órgano se accede a la de los Lecina o del Santo Cristo abre en monumental portada en estilo barroco labrada en estuco blanco sin policromar. Enmarcada por pilastras corintias con las cajas adornadas con motivos de candelieri barroco. Una reja de bronce con forma abalaustrada cierra el vano de acceso en arco de medio punto.
El templo presenta nave única que cubre con bóveda de crucería, con capillas laterales y coro alto a los pies sobre el que apoya el órgano. Desde una de estas capillas, la del Rosario, que se abre en el lado del Evangelio junto al órgano se accede a la de los Lecina o del Santo Cristo abre en monumental portada en estilo barroco labrada en estuco blanco sin policromar. Enmarcada por pilastras corintias con las cajas adornadas con motivos de candelieri barroco. Una reja de bronce con forma abalaustrada cierra el vano de acceso en arco de medio punto.
El templo presenta nave única que cubre con bóveda de crucería, con capillas laterales y coro alto a los pies sobre el que apoya el órgano. Desde una de estas capillas, la del Rosario, que se abre en el lado del Evangelio junto al órgano se accede a la de los Lecina o del Santo Cristo abre en monumental portada en estilo barroco labrada en estuco blanco sin policromar. Enmarcada por pilastras corintias con las cajas adornadas con motivos de candelieri barroco. Una reja de bronce con forma abalaustrada cierra el vano de acceso en arco de medio punto.
El claustro de la colegiata de Alquezar tiene una forma trapezoidal irregular con un solo ángulo recto, en la unión de crujías sur y sureste; siendo su lado menor el meridional, que cuenta tan solo con tres arcos de medio punto. El mayor se sitúa al sureste y cuenta con diez arcos y enfrente de él la crujía de poniente luce siete arcadas. La crujía norte del claustro la única que resta del momento románico del mismo tiene cuatro arcadas iguales separadas por un machón central. Los cimacios de los capiteles adosados eran de más sencilla hechura que los centrales, mejor decorados. Sus capiteles son dobles, labrados por sus cuatro caras los centrales y en tres en los adosados, con motivos bíblicos. Toda la columnata se alza sobre podio corrido. Las columnas son dobles rematadas por pequeños capiteles con motivos vegetales. Sobre esta estructura descrita, separada por friso de esquinillas, se superpone un segundo piso en ladrillo, cuajado de vanos rematados en arco de medio punto al estilo de los pisos altos de las casonas nobles aragonesas. Las crujías sureste y sur, dejan ver hileras de vanos al exterior del edificio (en la fachada de acceso al edificio, y en la que da vista al caserío del pueblo).
El claustro de la colegiata de Alquezar tiene una forma trapezoidal irregular con un solo ángulo recto, en la unión de crujías sur y sureste; siendo su lado menor el meridional, que cuenta tan solo con tres arcos de medio punto. El mayor se sitúa al sureste y cuenta con diez arcos y enfrente de él la crujía de poniente luce siete arcadas. La crujía norte del claustro la única que resta del momento románico del mismo tiene cuatro arcadas iguales separadas por un machón central. Los cimacios de los capiteles adosados eran de más sencilla hechura que los centrales, mejor decorados. Sus capiteles son dobles, labrados por sus cuatro caras los centrales y en tres en los adosados, con motivos bíblicos. Toda la columnata se alza sobre podio corrido. Las columnas son dobles rematadas por pequeños capiteles con motivos vegetales. Sobre esta estructura descrita, separada por friso de esquinillas, se superpone un segundo piso en ladrillo, cuajado de vanos rematados en arco de medio punto al estilo de los pisos altos de las casonas nobles aragonesas. Las crujías sureste y sur, dejan ver hileras de vanos al exterior del edificio (en la fachada de acceso al edificio, y en la que da vista al caserío del pueblo).
El claustro de la colegiata de Alquezar tiene una forma trapezoidal irregular con un solo ángulo recto, en la unión de crujías sur y sureste; siendo su lado menor el meridional, que cuenta tan solo con tres arcos de medio punto. El mayor se sitúa al sureste y cuenta con diez arcos y enfrente de él la crujía de poniente luce siete arcadas. La crujía norte del claustro la única que resta del momento románico del mismo tiene cuatro arcadas iguales separadas por un machón central. Los cimacios de los capiteles adosados eran de más sencilla hechura que los centrales, mejor decorados. Sus capiteles son dobles, labrados por sus cuatro caras los centrales y en tres en los adosados, con motivos bíblicos. Toda la columnata se alza sobre podio corrido. Las columnas son dobles rematadas por pequeños capiteles con motivos vegetales. Sobre esta estructura descrita, separada por friso de esquinillas, se superpone un segundo piso en ladrillo, cuajado de vanos rematados en arco de medio punto al estilo de los pisos altos de las casonas nobles aragonesas. Las crujías sureste y sur, dejan ver hileras de vanos al exterior del edificio (en la fachada de acceso al edificio, y en la que da vista al caserío del pueblo).
El claustro de la colegiata de Alquezar tiene una forma trapezoidal irregular con un solo ángulo recto, en la unión de crujías sur y sureste; siendo su lado menor el meridional, que cuenta tan solo con tres arcos de medio punto. El mayor se sitúa al sureste y cuenta con diez arcos y enfrente de él la crujía de poniente luce siete arcadas. La crujía norte del claustro la única que resta del momento románico del mismo tiene cuatro arcadas iguales separadas por un machón central. Los cimacios de los capiteles adosados eran de más sencilla hechura que los centrales, mejor decorados. Sus capiteles son dobles, labrados por sus cuatro caras los centrales y en tres en los adosados, con motivos bíblicos. Toda la columnata se alza sobre podio corrido. Las columnas son dobles rematadas por pequeños capiteles con motivos vegetales. Sobre esta estructura descrita, separada por friso de esquinillas, se superpone un segundo piso en ladrillo, cuajado de vanos rematados en arco de medio punto al estilo de los pisos altos de las casonas nobles aragonesas. Las crujías sureste y sur, dejan ver hileras de vanos al exterior del edificio (en la fachada de acceso al edificio, y en la que da vista al caserío del pueblo).
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