Moura

Moura es una ciudad, apiñada en torno a las ruinas de un castillo del siglo XIII, los quinientos años de ocupación musulmana dejo un barrio moro bien conservado.

Resulta interesante saber que el nombre de la población de Moura proviene de una leyenda relacionada con la conquista del siglo XIII. La Moura Salúquiyya abrió las puertas de la ciudad a unos cristianos disfrazados de musulmanes; estos la saquearon y la Moura se arrojó desde una alta torre.

El castillo de Moura está en un alto que domina la ciudad, dentro de sus muros se conserva la torre del homenaje rectangular, los restos del convento y una torre circular a la cual se le añadió en el siglo XIX un reloj.

La Torre del Homenaje.

Las ruinas del Convento.

La Torre del Reloj, consta de dos obras distintas: la base, de principios del siglo XVI; y la parte superior, de finales del siglo XIX.

A los pies del castillo tenemos la fuente de Santa Comba, personaje hibrido, que primero destaco como jefa de brujas y tras su muerte martirizada, paso a llamarse Santa Comba.

Siguiendo por la base de las murallas nos encontramos con la Cámara Municipal y el Mercado.

Con el crecimiento de la población se construyó extramuros la Iglesia de São João Baptista de Moura, con portal manuelino decorado con esferas armilares que flanquean el blasón del reino. Sorprende por su torre con balcón, utilizado en el pasado para decir la misa a los reclusos de la cárcel de enfrente. Junto a ella está el típico patio dos Rolins (siglo XVI) con dos ventanas de arco conopial, la fuente de las Tres Bicas (caños) y el jardín público del Doctor Santiago.

El patio de los Rolins, es un conjunto de viviendas típicas del siglo XVI.

Situada frente a la biblioteca municipal de Moura, a la entrada del antiguo balneario y del parque de Santiago, tenemos una fuente de mármol del siglo XIX. Se llama fuente de las “Tres Bicas”, por los 3 caños de los que sale el agua.

El jardín del doctor Santiago tiene fuentes, bancos y un parque infantil.  

Moura tiene una de las más importantes morerías de Portugal, compuesta de calles estrechas floreadas, con casas blancas y las típicas chimeneas alentejanas.

Chimeneas alentejanas.

Algunas puertas y aldabas de la población.

Domvs Ivstitiae.

El 25 de octubre de 1937, se aprobó el proyecto de embellecimiento de la Plaza Gago Coutinho. Consta de fuentes para los lagos. Se empleo una innovadora iluminación, de lámparas de vapor de mercurio, novedad en el país.  La iluminación fue apreciada por todos los que la observaron, pero en su proximidad todos se veían pálidos, amarillentos, repugnantes, por la tonalidad de las lámparas, lo que llevó a ser conocido como el “Jardím dos Mal Encarados”jardín de las miradas malvadas, nombre que ha perdurado hasta el día de hoy.

En la misma plaza tenemos la sede de la asociación de jóvenes agricultores de Moura.

Y un antiguo convento de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios fundado en el siglo XVII y adaptado a hotel en el año 1900. Con su espléndida escalera principal.

Su terraza superior.

Su patio interior.

Algunos rincones del antiguo convento.

El jardín de los Olivos, es un espacio lúdico-pedagógico con el objetivo de promocionar el olivo y el olivar, de gran tradición en la comarca, y uno de los principales recursos económicos del Alentejo, alberga varios tipos de olivos.

El Museo del aceite.

El Gran Lago en el que se ha transformado el embalse del Alqueva aporta una atmósfera sorprendente a esta región. Donde antes había campo, con olivos, alcornoques y encinas, ahora vemos agua y vida renovada, con excelentes condiciones para actividades al aire libre y para la práctica de deportes náuticos. Para los amantes de las caminatas y de la bicicleta de montaña, existen recorridos señalizados, pudiendo acceder a multitud de islas.

Es uno de los mayores lagos artificiales de Europa, construido en el río Guadiana, con una superficie de 250 km2, abarcando cinco municipios del Alentejo.

La entrada a alguna parte.