Tras dos años de parón, las navatas de la Val d’Echo han vuelto a bajar por el río Aragón-Subordán, recuperando la tradición de transportar la madera extraída de los bosques chesos, en esta ocasión ha tenido un recuerdo especial para el joven David Climente, fallecido el año pasado. En esta ocasión han participado 2 navatas de 3 tramos cada una, con siete navateros en cada embarcación.
Las navatas se comienzan a preparar en febrero, es entonces cuando se va a buscar la verga, se recoge y se deja a remojo para que no se reseque. Y en marzo, se retuerce para formar la sarga trenzada que unirá los troncos de las navatas.





































