Albi

El viejo Albi presenta un magnífico emplazamiento a orillas del Tarn y forma un soberbio conjunto arquitectónico en el que destacan la catedral-fortaleza de ladrillo, el antiguo palacio episcopal y las casas antiguas. La mezcla de ladrillo y piedra ha otorgado a Albi el merecido nombre de ciudad roja.

La catedral de Santa Cecilia, considerada una joya del gótico meridional, presenta una rica decoración interior, en la que sobresalen los frescos, el lectorium de estilo gótico flamígero o la estatuaria. Al lado de la catedral, el palacio de la Berbie, antiguo palacio episcopal, alberga el museo Toulouse-Lautrec. En este museo se expone un gran número de obras del artista nacido en Albi que colmarán los deseos de los amantes del arte. Desde los preciosos jardines del palacio de la Berbie, románticos a más no poder, hay unas preciosas vistas del río y del Puente Viejo.

Paseando por las callejuelas del centro histórico, el visitante descubrirá las hermosas casas antiguas de ladrillo y entramado de madera y los palacios renacentistas como la casa Enjalbert o el palacio Reynès.