Palos de la Frontera

La historia de Palos de la Frontera está íntimamente ligada a las labores marítimas y a los descubrimientos geográficos. Es conocida como la cuna del Descubrimiento de América (como afirma en su escudo), ya que en esta ciudad se gestó y se preparó el primer viaje de Cristóbal Colón hacia las Indias.

Como platos típicos tenemos los pescados como caballas con tomate o chocos con patatas, además de las «habas enzapatás» y el producto de especial relevancia es el fresón, el motor económico de la localidad.

El Ayuntamiento se emplaza frente a frente con la estatua de Martín Alonso Pinzón, su fachada es un homenaje a todos aquellos palermos que se embarcaron y apostaron por una aventura sin conocer el final. Este trabajo escultórico en relieve modelado y esmaltado dota a la fachada de una gran vistosidad.

La Plaza de Andalucía representa un típico patio andaluz. Tiene una fuente decorativa de piedra en el centro, y rodeada bancos construidos con ladrillo visto y coloridos azulejos, que también están presentes en las macetas con flores que adornan los dos laterales de la plaza y una gran farola de hierro forjado. En ella se encuentran el Edificio Multifuncional y un pequeño altar con un panel de azulejos dedicado a la canonización de Sor Angela de la Cruz.

La plaza España tiene forma cuadrangular y esta sobre un parking subterráneo. Tiene especial relevancia el Monumento de la Coronación de la Virgen de los Milagros, que fue coronada canónicamente con motivo del V Centenario del Descubrimiento de América, por el papa Juan Pablo. Las 8 palmeras, macetas, césped y el resto de plantas forman la jardinería de la plaza. La solería de la galería es mármol en dos tonalidades de marfil con faroles de hierro forjado.

El Monumento a los Descubridores, también conocido como Columna del IV Centenario, es un ejemplar de arte público en el «Paraje de la Rábida», consta de un pedestal hexagonal con varios cuerpos, que sirve como zócalo de una columna de 55 m., coronada por un globo terráqueo.

Monumento a Colón en el “Paraje de la Rábida” cercano al Monasterio de la Rábida.

El Monasterio de La Rábida, es en realidad un convento​ perteneciente a los franciscanos. Se encuentra en Palos de la Frontera, fue erigido entre los siglos XIV-XV y es de planta irregular. Destacan, la iglesia gótico-mudéjar, el claustro y el museo, donde se conservan numerosos objetos conmemorativos del Descubrimiento de América.  En él se hospedó Cristóbal Colón, cuando se encontraba preparando su proyecto y se encuentra enterrado Martín Alonso Pinzón, que falleció a los pocos días del regreso del primer viaje colombino.

El refectorio conventual es una sala rectangular con un púlpito encalado para la lectura; en él se encuentra un crucificado de estilo románico, datado a comienzos del siglo XIV, además de varios lienzos de épocas diversas.

El Claustro de las Flores o de la Hospedería, es una reconstrucción de finales del XVIII, después de los estragos del seísmo de Lisboa.

El Claustro mudéjar, data del siglo XV y es el conjunto del monasterio que mejor se conservó tras el terremoto de Lisboa. En el siglo XVII fue ampliado con otro piso construido con almenas para la defensa de las invasiones piratas. En sus cuatro galerías bajas se conservan algunos trozos de la primitiva decoración mudéjar del siglo XV, pintados al fresco, y que fueron completados en restauraciones posteriores al seísmo.

Otras dependencias.

El Muelle de las Carabelas es un museo ubicado en Palos de la Frontera. En él se encuentran las reproducciones de La Niña, La Pinta y La Santa María que se construyeron en 1992 para celebrar el V Centenario del descubrimiento de América.