San Juan de Luz

El pueblo costero de San Juan de Luz para algunos “La Ciudad de los Corsarios” despliega sus coloridas fachadas ante una extensa bahía, un mercado repleto de la mejor gastronomía de cada país y un aire aristocrático a la par que un poco canalla.

Al llegar a la Promenade Jacques Thibaud se abre una extensa playa protegida por los acantilados de Sokoa y de Sainte Barbe. Se trata de un bello paseo por el litoral donde veréis los antiguos baños, mansiones con entrada y escalera directa a la playa y La Pérgola, el símbolo del turismo aristocrático en San Juan de Luz de principios del siglo XX construido a finales de los años treinta. En su época fue un concepto bien alejado del carácter pesquero de la población de entonces y hoy alberga un casino.

Por el interior merece la pena pasear por la   Rue Gambetta donde se articula la actividad comercial de la ciudad. En ella encontraréis tiendas de todo tipo con especial hincapié en la rica gastronomía.

La iglesia de San Juan Bautista da a la misma Rua Gambetta. Como en algunas otras iglesias de localidades marineras del Atlántico, un barco cuelga del techo para proteger el sino de los pescadores de San Juan.