Edificios característicos

Hay edificios únicos, elegantes y con personalidad que con su presencia dan carácter a los espacios en los que se han levantado.

Se finalizó en 1908 pero nunca fue habitado ya que fue un encargo para disfrute del matrimonio formado por Miguel Larrinaga de Luzárraga y Asunción Clavero. La pareja residía en Liverpool y su objetivo era retirarse aquí, pero ella murió en 1939 y el palacio se puso a la venta en 1942. Giesa fue la empresa que compró la parcela incluido el palacio, construyendo su fábrica en los terrenos adyacentes (se conserva con el nombre de Schindler) e instaló sus oficinas en la casa. Al poco tiempo la parcela se pone de nuevo a la venta, siendo los compradores los Hermanos Marianistas quienes lo usan como colegio residencia. Finalmente la compró Ibercaja en 1993, su actual propietaria, que la restauró dándole uso como centro de fondos documentales. La decoración del inmueble alude al mar y al comercio marítimo, ocupación de los Larrinaga. Los materiales usados son específicamente aragoneses: piedra, ladrillo y cerámica. Es el mejor ejemplo de eclecticismo zaragozano entre 1885 y 1920. Constituye, por entidad y calidad en la ejecución, una de las mejores residencias burguesas levantadas en Aragón ante el umbral de la modernidad. Se trata del palacio de Larrinaga, en Miguel Servet, 123.

El Antiguo Matadero Municipal es obra del arquitecto Ricardo Magdalena Tabuenca y fue construido entre los años 1880 y 1884. Se concibió como un conjunto de pabellones ordenados en torno a un patio principal de acceso. En la actualidad, el conjunto ha sido recuperado para nuevos usos sociales y culturales, siendo sede del Centro Cívico Salvador Allende. Esta prohibido hacer fotos en el interior, sin permiso del alto comisionado de cultura zaragozano, vía correo electrónico.

En pleno centro entre la calle del Coso y de San Vicente de Paúl, bocacalle de San Jorge, nos encontramos la calle llamada “Plaza del San Carlos”, donde encontramos la iglesia y seminario de San Carlos Borromeo enfrente de la Casa de los Morlanes, que data del siglo XVI. La decoración de yeso de su fachada principal es lo único que conserva este edificio renacentista terminado en el año 1555. Su exterior responde a la tipología habitual palaciega renacentista. En la planta baja destaca la portada, en arco de medio punto de rosca de ladrillos a sardinel, trasdós moldurado y jambas de piedra cajeadas. En la planta principal o noble los balcones aparecen flanqueados por estípites y llamativos relieves, coronados con frontones rectos y curvos que albergan importantes representaciones iconográficas basadas en temas de la Historia de Israel. Se remata la fachada con el mirador de arquillos con arcos de medio punto y una cornisa, en lugar del típico alero de madera.

La Iglesia de San Carlos fue levantada en el siglo XVI sobre el solar de la Sinagoga Mayor medieval como Colegio. La iglesia y el seminario comparten una misma fachada de ladrillo, muy sobria, que contrasta, en el caso de la primera, con la riqueza decorativa del interior, renovada a partir de 1723 en un suntuoso estilo barroco-rococó.

El Mercado Central o de Lanuza se encuentra situado junto a las Murallas Romanas en la Avenida César Augusto, a muy pocos metros de la Plaza del Pilar. En el año 1903, se inaugura esta lonja modernista, siguiendo las pautas de la reciente Exposición Universal de París en 1889. El exterior se puede recorrer en todo su perímetro, destacan sus dos fachadas de estilo modernista con toques neoclásicos, en las que se emplearon materiales como la piedra y el ladrillo mezclados con otros más novedosos de la época, como el hierro y el cristal.

La Puerta del Carmen es la única puerta que se conserva de las doce (cuatro romanas y ocho medievales) con las que llegó a contar la muralla defensiva de Zaragoza. Construida en 1789 por el arquitecto Agustín Sanz e inaugurada en 1792 formaba parte del segundo recinto amurallado de la ciudad. Su estructura, a modo de arco triunfal romano, responde a modelos neoclásicos madrileños. Apenas cuenta con elementos decorativos externos, salvo el almohadillado de sus sillares y el remate en bolas de la parte superior de la puerta, de las que aún queda alguna. Durante los Sitios, acaecidos en la Guerra de la Independencia años 1808 y 1809, sirvió de bastión para la resistencia aragonesa; buena prueba de ello son las huellas de los proyectiles que impactaron en su estructura.

El Patio de la Infanta es un patio renacentista de 1550 situado actualmente dentro de la sede central de Ibercaja. Se trata del patio interior del palacio residencia de Gabriel Zaporta, un importante comerciante y banquero de origen judío. El nombre proviene de la infanta María Teresa de Vallabriga, esposa de Luis de Borbón y Farnesio, que, ya viuda, regresó a Zaragoza para vivir en el Palacio de Zaporta, de estructura típicamente aragonesa, consta de dos pisos y una galería superior soportada por columnas.

La planta baja está construida a dintel, mientras que la principal aloja una galería corrida de arcos de medio punto soportados por columnas abalaustradas. Todas las columnas, tanto inferiores como superiores, son anilladas a dos tercios, característica tradicional de la columna renacentista aragonesa y se ornamentan con figuras humanas a modo de cariátides o estípites.

El Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos (IAACC) Pablo Serrano, ha sustituido a los antiguos talleres de oficios del hospicio provincial, conocido como Hogar Pignatelli, está localizado en el Paseo María Agustín muy cerca de la Puerta del Carmen. De su exterior sorprende la chapa, el cristal, el hormigón y las placas de esmalte color turquesa.

CaixaForum Zaragoza se encuentra ubicado en los antiguos terrenos de la estación del Portillo, actualmente, reconvertida en una estación de cercanías, en una zona que estaba ocupada por la playa de vías. Esta área está sufriendo una importante transformación desde que se trasladó la estación a Delicias conformando la futura Milla Digital. El edificio queda conformado como dos cubos maclados en un vértice y parcialmente en voladizo cada uno de ellos, de hormigón estructural y cuya «piel» está recubierta por 1600 chapas perforadas de aluminio de diferentes dimensiones, corte, punzonado, perforado y motivos decorativos de hojas. Se soporta en columnas «bailarinas» y grandes pilares encofrados de hierro macizo.

El palacio de la Aljafería es un palacio fortificado construido en la segunda mitad del siglo XI por iniciativa de al-Muqtadir como residencia de los reyes hudíes de Saraqusta. Este palacio de recreo (llamado entonces Qasr al-Surur o ‘palacio de la Alegría’) refleja el esplendor alcanzado por el reino taifa en el periodo de su máximo apogeo político y cultural. Tras la reconquista de Zaragoza en 1118 por Alfonso I el Batallador pasó a ser residencia de los reyes cristianos de Aragón, y actualmente acoge las Cortes de Aragón.

A través de la puerta de herradura de la muralla oriental, podemos acceder a la Aljafería, se abre claramente descentrada respecto a su eje de simetría, entre dos de los torreones.

El patio de San Martín de la Aljafería, presenta planta cuadrada, con fachadas claramente diferenciadas en sus cuatro lados. Al Este, la muralla con sus galerías superiores, al Norte la arcada gótico-mudéjar de la capilla de San Martín, al Oeste la fachada del palacio de los Reyes Católicos y del Oratorio islámico y al sur la fachada de las Cortes de Aragón.

En la fachada del palacio de los Reyes Católicos se abre una comunicación con el patio de Santa Isabel a través de un gran arco ojival, este paso está más alto que el patio de Santa Isabel, unas gradas salvan el desnivel en cada uno de los lados una vez traspasado el pórtico de acceso. En la fachada del Oratorio islámico, debajo de las ventanas de la galería superior, hay una especie de ventanal cegado en arco de herradura con labor de yeserías caladas.

El Patio de Santa Isabel es un espacio abierto y ajardinado en torno al cual se reunía todo el antiguo palacio taifal de lo que hoy es el Palacio de la Aljafería. Construido a cielo abierto y con dos albercas en sus extremos, su estructura gira alrededor del patio rectangular. Toma su nombre en honor a la infanta Isabel de Aragón y Sicilia, reina consorte de Portugal.

El Salón Dorado tenía en sus extremos este y oeste dos aposentos que fueron alcobas privadas posiblemente de uso regio. En el Salón Dorado había un arco ciego, donde se situaba el rey, en cuya rosca se disponía una trama geométrica muy tradicional imitando la celosía de la fachada del mihrab de la Mezquita de Córdoba, edificio al que se buscaba emular.

De este modo, desde el patio, aparecía semioculto por las tramas de columnas tanto de la arquería de acceso al Salón Dorado, como de las del pórtico inmediato, que daban un aspecto de celosía, una ilusión de profundidad, que admiraba al visitante y daba esplendor a la figura del monarca.

Los ventanales de la escalera noble por su costado occidental, permiten entrar abundante luz desde el patio de Santa Isabel.

La escalera noble en su parte superior enlaza con el corredor superior. El techo se cubre con bovedillas de revoltón transversales dispuestas entre las jácenas, decoradas con pintura al temple con motivos iconográficos relativos a los Reyes Católicos (el yugo y las flechas) alternando con recuadros de decoración en grisalla de grutescos y candelieri, decoración típica del Renacimiento.

La galería o corredor superior sirve de enlace entre la escalera noble y las estancias del palacio real. Se abre al exterior a través de ocho vanos adintelados, es el único corredor que se conserva de los que recorrían el perímetro del patio de Santa Isabel en el palacio renacentista. Da acceso a las habitaciones y en su zona central está la puerta principal del salón de trono con el escudo de los reyes católicos sostenido por dos leones tenentes.

El Salón del Trono, de planta rectangular con 20 m. de longitud por casi 8 m. de anchura, es producto de la unión de tres estancias del palacio mudéjar de Pedro IV, en el nuevo Palacio renacentista de los Reyes Católicos, dentro del complejo de la Aljafería.

Un elemento destacado de esta estancia es la solería, un reflejo de la techumbre que la cubre, con sus cuadrados y octógonos inscritos, todo encuadrado por una orla perimetral. Se corona con un maravilloso artesonado, los muros en cambio no presentan decoración lo que permite engalanarlos con tapices, brocados y cortinajes. Bajo la techumbre discurre una galería de ochenta y dos vanos de arcos conopiales con antepechos calados desde el que los invitados, podían asistir y contemplar las sesiones regias que se celebraban en el piso inferior.

Hay varias salas que anteceden al gran Salón del Trono, que son denominadas «salas de los pasos perdidos». Se trata de pequeñas habitaciones de planta cuadrada y que servían de antesalas de espera para quienes iban a ser recibidos en audiencia por los reyes, hecho este que no siempre sucedía y de ahí “pasos perdidos”.

En el taujel de esta Sala de los Pasos Perdidos se desarrolla un motivo de lazo mudéjar de ocho a base de una red de cuadrados de lados quebrados que se interseccionan en los ángulos formando otros cuadrados más pequeños; los lados quebrados dan lugar a un ángulo entrante. El resultado es que los cuatro ángulos rectos entrantes de los lados y los cuatro rectos entrantes por la intersección de los cuadrados mayores dan lugar a un espacio estrellado de ocho puntas dentro de cada cuadrado mayor y otro espacio estrellado menor entre cada cuadrado mayor. Las intersecciones de los cuadrados mayores en los ángulos forman un pequeño espacio cuadrado.

El taujel de esta Sala de los Pasos Perdidos está compartimentado por verdugos o listones moldurados que generan una serie de calles de forma romboidal.

El espacio interior de cada uno de los rombos se decora en el centro con cardinas y pinjantes. En cada uno de los cuatro ángulos aparecen escudos reales, sin la granada, timbrados con la corona abierta.

La parte superior del palacio mudéjar tiene dos estancias conocidas como de Pedro IV, la sala Norte es de 17m. de longitud, 7,50 m. de anchura y una altura de 8,15 m.

La techumbre de madera de tipo alfarje se sustenta sobre nueve grandes jácenas entre las que se disponen 31 jaldetas por tramo y sobre ellas las planchas que conforman la tablazón. Los espacios que se generan en la unión de cada dos jaldetas con el lateral de la jácena se cubren con tablas cuadradas o tabicas, colocadas con una ligera inclinación hacia el exterior para que su decoración se vea desde el suelo.

Cosillas del conjunto de la Alfarería.

Cruzamos el río Ebro para adentrarnos en el barrio del Rey Fernando más conocido como el  ACTUR (Actuaciones Urbanísticas Urgentes) que era una modalidad urbanística estatal para actuaciones urgentes por procedimiento expropiatorio en puntos conflictivos demográficamente.

El Edificio CREA se construyó en el año 1992, en la Exposición Universal de Sevilla para albergar al Pabellón de Aragón. El edificio está construido en su mayor parte en alabastro, un material muy utilizado en la arquitectura aragonesa, que tiene la peculiaridad de ser translúcido dejando pasar la luz a través de él.

En el año 1998, la CREA, Confederación de Empresarios de Aragón, se hace cargo del desmontaje y traslado del edificio a Zaragoza, y desde 2003, es la sede de la confederación de empresarios de la comunidad.

La Casa Solans es un edificio modernista, situada en la avenida de Cataluña 60. La construcción del edificio data de 1921, consta de tres plantas sobre rasante, más un pequeño sótano. Las fachadas son de ladrillo revestidas con revoco de mortero con azulejos y mosaicos en detalles ornamentales. Aleros de piedra artificial en general, y de madera sobre zona del mirador.

La estación del Norte fue inaugurada en 1861 para dar servicio a la línea Zaragoza-Barcelona, con la construcción del puente de la Almozara se une a la estación del Portillo y a la línea a Madrid, continuó operando servicios de viajeros hasta 1973, a partir de ese momento, la estación pasó a ser utilizada para la facturación de mercancías. Se mantuvo en esta función hasta ya entrada la década de 1980. Ya en desuso ferroviario, el edificio de viajeros actualmente está rehabilitado como centro cívico de dicho barrio y como club para la tercera edad.

Frente a la estación del Norte, surge de las aguas una inmensa cabeza de dragón, policromada en varios colores. El dragón está muy presente en la cultura aragonesa a través de la leyenda de «San Jorge y el dragón». San Jorge, festejado el 23 de abril, es el patrón de la comunidad aragonesa.