Agreda

Situada en un lugar estratégico, entre la depresión del Ebro y la meseta Castellana, ofrece un paso inmejorable, bordeando el Moncayo. Por ello, se convirtió en un lugar de paso por el que discurrieron las culturas y civilizaciones que fueron protagonistas de la historia en cada momento.

El urbanismo de Ágreda se desarrolló en ambas laderas del río, aprovechando la orografía del terreno que permitía la mejor defensa frente al enemigo, siendo el promontorio rocoso de La Muela y el Barrio Moro una ciudad fortificada, configurada originalmente por cuatro recintos amurallados, independientes entre sí, conectados por puertas y defendidos por torreones.