Roda de Isábena

En el siglo X Roda de Isábena fue la capital del condado de Ribagorza y sede episcopal, por lo que se levantó, la catedral de Roda, de estilo románico, entre los siglos X y XII. Actualmente es la población más pequeña de España que cuenta con un templo catedralicio.

Este gran edificio cuenta con dos espacios diferenciados; la iglesia y el claustro. La primera cuenta con tres naves cerradas en tres ábsides semicirculares de estilo románico. Bajo la cabecera hay una cripta, dividida en tres estancias, que corresponden a cada uno de los ábsides. La parte central de la cripta, cuenta con columnas sencillas y toscas y bóveda de arista da acceso a las criptas laterales. La situada en el lado norte tiene frescos románicos en el ábside, entre otros un Pantócrator y un menologio. Al recoleto claustro de la catedral de Roda de Isábena se puede acceder libremente durante las horas que está abierto el restaurante situado en el refectorio. En este coqueto claustro se observan abundantes inscripciones necrológicas, son realmente singulares algunos de los capiteles, que se encuentran esculpidos.

Detrás de la Catedral se conserva la base del castillo de Roda o «Torre Gorda» del siglo XI y el palacio del Prior del siglo XVI.

A los pies de la histórica localidad se levanta el puente románico de Roda de Isábena, cuyos orígenes se remontan al siglo XII. El puente fue levantado a puntero, una técnica rápida y eficaz. Presenta una potente estructura que penetra en la que destaca una gran y única arcada de casi 20 m de luz y perfil levemente apuntado que salva todo el cauce del Isábena. Sobre ella se extiende una calzada de perfil alomado típicamente medieval que sorprende por su estrechez tan solo dos metros, restringiendo el paso a personas, caballerías y haciendo imposible el tránsito de carruajes.

En el intradós del arco se conservan tres hileras de mechinales, que aun guardan restos de los maderos originales de su construcción.