Oculto en el verde valle de Yerri, en una zona apartada entre montañas, se encuentra el monasterio de Santa María de Irantzu, grandiosa abadía cisterciense construida entre los siglos XII y XIV.
Su claustro gótico, elegante y austero, es uno de los rincones más bellos del monasterio, que invita a descubrir las diferentes dependencias del cenobio reformado en 1942.