El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos.
Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
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El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
El embalse de La Peña debe su nombre a la peña sobre la que se levanta la presa y a través de la cual, por distintas galerías excavadas en la misma roca, realiza el desembalse de nuevo al cauce del río Gállego. Fue construido entre 1904 y 1913 con la función de regular este río justo antes de entrar en el desfiladero que discurre junto a los mallos de Riglos. Llama la atención el puente que salva el vaso del embalse, para permitir el tráfico rodado, construido por Severino Bello siguiendo la arquitectura ferroviaria de la época y que tan sólo unos kilómetros más adelante, en La Peña Estación, se repite pero en esta ocasión para permitir al ferrocarril, el mítico ‘Canfranero’ salvar el cauce hacia (o desde) Riglos.
Ermita de la Virgen del Puente de la Peña. Es una construcción de planta rectangular, con una cabecera semicircular más estrecha y baja orientada al norte. Está realizada en mampostería, con algunos elementos decorativos en piedra sillar y cubierta con teja a dos aguas. Se trata de un edificio singular por combinar diversas soluciones historicistas, con elementos artísticos locales de muy distintas épocas, estilizadas y subordinadas a una composición general que parece seguir tendencias expresionistas centroeuropeas de principios del siglo XX. De este modo, la cabecera, con una solución que recuerda al románico, está decorada con pilastrillas adosadas hasta media altura, y flanqueada por pilares adosados volados. Sobre ella, en el ángulo del tejado, espadaña con dos vanos en arco de medio punto.
Ermita de la Virgen del Puente de la Peña. Es una construcción de planta rectangular, con una cabecera semicircular más estrecha y baja orientada al norte. Está realizada en mampostería, con algunos elementos decorativos en piedra sillar y cubierta con teja a dos aguas. Se trata de un edificio singular por combinar diversas soluciones historicistas, con elementos artísticos locales de muy distintas épocas, estilizadas y subordinadas a una composición general que parece seguir tendencias expresionistas centroeuropeas de principios del siglo XX. De este modo, la cabecera, con una solución que recuerda al románico, está decorada con pilastrillas adosadas hasta media altura, y flanqueada por pilares adosados volados. Sobre ella, en el ángulo del tejado, espadaña con dos vanos en arco de medio punto.
Ermita de la Virgen del Puente de la Peña. Es una construcción de planta rectangular, con una cabecera semicircular más estrecha y baja orientada al norte. Está realizada en mampostería, con algunos elementos decorativos en piedra sillar y cubierta con teja a dos aguas. Se trata de un edificio singular por combinar diversas soluciones historicistas, con elementos artísticos locales de muy distintas épocas, estilizadas y subordinadas a una composición general que parece seguir tendencias expresionistas centroeuropeas de principios del siglo XX. De este modo, la cabecera, con una solución que recuerda al románico, está decorada con pilastrillas adosadas hasta media altura, y flanqueada por pilares adosados volados. Sobre ella, en el ángulo del tejado, espadaña con dos vanos en arco de medio punto.
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