Carmona, conocida como el Lucero de Europa, encaramada en lo más alto de Los Alcores, a 253m sobre el nivel del mar, lo que antaño la convirtió en un bastión inexpugnable, tanto es así que Julio César dijo que era «la ciudad mejor defendida de toda la provincia de la Bética». En su parte más alta se encuentra el Alcázar del Rey Pedro I el Cruel, hoy en día Parador Nacional.





La puerta de Córdoba, por su monumentalidad y su escasa capacidad defensiva no tenía función de fortaleza, sino de símbolo propagandístico del Imperio romano.



La puerta de Marchena daba acceso directamente al recinto amurallado y al alcázar, conectando la alcazaba con el campo. Su función debió ser la de puerta de la traición o puerta de escape que comunicaba directamente con el exterior. Presenta un arco de entrada que debió de ser de herradura, a juzgar por las nacelas o cimacios que se conservan.

La iglesia de San Pedro, construida en el siglo XV, se encuentra junto a la Puerta de Sevilla de la antigua muralla. Lo más destacables, es la réplica de la Giralda de Sevilla que tiene por torre la iglesia. Se dice que ambas están en la misma cota.










La puerta de Sevilla, situada en la zona de más fácil acceso a la ciudad se fortificó para hacerla casi inexpugnable, está enmarcada en una pequeña fortaleza conocida como Alcázar de Abajo, porque en la parte más alta de la ciudad está el Alcázar del Rey Don Pedro.




La plaza de San Fernando conocida también como plaza de Arriba, está situada en la intersección del cardo y el decumano, donde se encontraba el foro romano.
Destaca el edificio situado en el flanco oeste, construido en el siglo XVI, de estilo mudéjar, decorado con azulejos de cuenca o arista. Junto a este se encuentra el antiguo edificio del ayuntamiento, en el que sobresale el balcón galería con cuatro columnas de mármol blanco entre arcos de medio punto. En el lado oriental de la plaza se localizan algunos edificios de finales del siglo XVI y principios del XVII, con galerías porticadas. En el lado sur se levanta un edificio del siglo XVIII, en el que destaca su mirador central.





El Alcázar del Rey Don Pedro o Alcázar de Arriba de origen musulmán, fue reconstruido por Pedro I en el siglo XIV y lo convirtió en uno de sus palacios favoritos, se encuentra en el punto más alto de la ciudad.










