En Urrugne, tienen las llamadas “Etxea”, casas blanqueadas con cal y cuyas piezas de madera se pintan generalmente de un “rojo sangre de buey”. También existen otros colores más frecuentes en la costa como el verde o el azul. A menudo la fachada de la casa está orientada hacia el este para protegerse de los vientos y lluvias que vienen del océano.