La ermita de San Miguel de Gormaz, asentada en la ladera de la famosa fortaleza califal, ha pasado en pocos años de ser uno de los templos medievales sorianos menos conocidos a convertirse en un referente absoluto de su patrimonio. Todo ello ha sido causado por el descubrimiento de un magnífico conjunto de frescos románicos y su posterior restauración que ha descubierto otros interesantes secretos de este casi milenario templo. Se trata de un edificio que podríamos considerar prerrománico, construido alrededor de1060, la planta de la iglesia es sencilla. Tiene una nave rectangular unida a una cabecera que aparente ser cuadrada pero realmente tiene una ligera forma trapezoidal. El testero es plano como corresponde a la arquitectura prerrománica hispana.